La verdad es que no me desagrada Halloween. Aunque ya se que es una tradición importada y que hasta hace nada ni nos iba ni nos venía, y que seguramente haya sido el
maldito imperialismo yankee el que nos hace hacer el idiota disfrazados de zombies y brujas sexys. Pero bueno, supongo que cada tradición tiene un origen más o menos loco, y esta claro, que si Halloween no me desagrada, es por mi inclinación natural a todo el género de terror, algo que, desde mucho antes ya de que supiésemos que existía Halloween, siempre me atrajo de una manera fascinante y morbosa.
No se puede decir que sea una persona oscura y siniestra; todo aquel que me conoce, sabe que soy más bien lo contrario, pero ¡ay esa imaginería perversa, sombresca y de mal acechante cómo me ha gustado desde que tengo uso de razón!.
Es por esta razón, y asumiendo que Halloween ya nos pertenece; al menos a mis hijas ya les pertenece, ya forma parte de su infancia, por lo que formará parte del resto de su vida, que he decidido pasar a la acción y hacer algo por estas fechas.
No, no voy a hacer nada en ¡glück!; ni cursos de maquillaje, ni brebajes mágicos, ni concursos de disfraces, ni descuentos ni nada. He pegado unos bichos de plástico en la puerta y tengo intención de cortar una calabaza y ponerle una vela dentro, tendré caramelos para los niños del truco o trato, y desde hoy, hasta el día 31, compartiré con vosotros esta serie de cortos de terror que me parecen fascinantes.
El primer capítulo de esta serie de aún no sé cuantas entregas, está dedicado a las pelis de Disney; si señores, Disney, esa multinacional cuyo padre se dice que descansa en una cápsula de criogenización esperando a ser despertado, para descubrir que en su nombre se hacen famosos cientos de jovencitos y jovencitas cantantes y bailantes locos por los centros comerciales y por ligar de manera casta, así como un montón de princesas que han hecho pandilla, se visten de largo y purpurina y son el paradigma del antifeminismo, (el último golpe de acción ha sido convertir a toda la pandilla de princesas Disney en princesas Disney muertas... una cosa preciosa).
Particularmente creo que el mundo Disney es bastante apestoso; aunque las cosas haya que mirarlas siempre con perspectiva y no olvidar que pertenecen a un tiempo determinado, ese rollo tan American Way of Life, tan liberal, tan de sueño americano, me desagrada bastante, peeeero, también creo que era todo un mago de la animación y que bajo su imperio se encuentran muchas de las piezas más bellas que existen.
Una de las primeras series de animación que hizo se llamaban "Silly Simphonies" (sinfonías tontas) y la primera de estas fue la impecable "Skeleton Dance".
Puede pasar el tiempo que sea, que no hay niño que no se hipnotice viendo esta fiesta de huesos y calaveras que se lo pasan pipa en su cementerio.
Un poco posterior es The Mad Doctor, donde el protagonista es el archifamoso ratón Mickey y su perro Pluto. En esta un maligno doctor ha secuestrado a Pluto y pretende partirle por la mitad y unirle a una gallina.
De Mickey Mouse hay un montón de historias, pero esta en la que trabaja de Cazafantasmas con sus amigos Donald y Goofy es de las mejores. Estos 3 fantasmas de Disney, traviesos, aburridos y rollo homeless me parecen de los mejores personajes que ha dado la factoría.
Pero nada resulta más fascinantemente tenebroso y bello que sus brujas: