Hora de Aventuras

Una de las cosas diferentes que pasan cuando te haces madre (o padre), es que pasas a tomar conciencia de ciertos productos de los que antes, aún sabiendo que existían, nunca te habías parado a analizar. En concreto me refiero a los dibujos animados, ese producto audiovisual, del que hace 4 años apenas podría nombrar dos títulos y del que hoy me considero toda una experta. Puedo hablar de series animadas, de sus tramas y sus personajes, mejor que de los Soprano o Mad Men, sacando de estas unas cuantas conclusiones críticas, y muy a mi pesar, la inmensa mayoría  de lo que emiten por la tele me parece aborrecible, un pequeño porcentaje aceptable, un par de títulos buenos y tan sólo uno más, maravilloso: "Hora de Aventuras".  Que conste que en esta clasificación sólo incluyo los dibujos que uno puede ver en canales como Clan, Disney Channel o Boing, fuera quedan los Simpson o los programas que sólo puedo bajarme de internet o ver por sus canales de Youtube porque nunca se han emitido en España (como Yo Gabba Gabba).

He de confesar que entre la santurronería ñoña de Caillou, la obsesión desquiciada y chunga de Davinchibles, Littles Einsteins y demás dibujos con pseudomensajes culturetas, los que se empeñan en hablar spanglish aún a riesgo de parecer que ves un juego como aquel de Hugo que presentaba Beatriz Rico y tenías que mover al muñeco con el mando a distancia, la repipi y repelente Pepa Pig o los testosterónicos Gormitis y sucedáneos, con su opción cursi putón con forma de hadas para niñas, cada vez que mi hija ponía la tele me invadía la pereza y desaliento. Por no hablar de lo feas y poco cuidadas que son las ilustraciones y animaciones. Aquí unos pocos ejemplos, juzguen ustedes mismos:

En mi mundo pre Hora de Aventuras, salvaba a Bob Esponja, se que es tachado de feo y demasiado histriónico, pero a mi me parece muy salao, loco, un poco desquiciado, las historias tienen siempre una doble lectura cínica  y con una capacidad sobrehumana de crear fanáticos entre los niños. También salvo a Doraemon, Nobita Nobi es un antihéroe maravilloso digno de cualquier cómic de Robert Crumb o Joe Matt. Podría salvar también a Pocoyo, supongo que si ha sido tan premiada o loada es por algo, particularmente me gusta lo limpia que es, creo que está hecha con buen gusto y sin ñoñería, algo muy dífícil de encontrar entre las producciones preescolares, aunque, extrañamente y no sabría decir por qué, es una serie que me gustaba más cuando no era madre... y por último también salvo Jelly Jam, no sé como no se le había ocurrido a nadie antes poner a Guille Milkyway a hacer la banda sonora de dibujos animados, es repetitivo, facilón y alegre, 100% acierto con los niños.
Pero ha sido con la llegada de Hora de Aventuras, cuando el ponerme delante de la tele con mi hija se ha convertido en toda una delicia.


Para el que no lo sepa, Hora de Aventuras está protagonizado por Jake, un perro mágico que habla y que puede transformar su cuerpo a su antojo y Finn, un niño humano valiente con un alto sentido de la amistad. Jake y Finn viven juntos, se anuncian como "héroes" para ayudar a los demás y tienen una mascota que es una game boy. En la serie está la guapa Princesa Chicle, el malvado Rey Hielo, la vampira Marceline, Lady Arcoíris, -que es la unicornio novia de Jake-, Trompy, Don Polvorón, Mayordomo de menta y un montón de seres que cobran vida y se meten en problemas.
El creador de esta maravillosa serie es Pendleton Ward, que según la wikipedia tiene 30 años recién cumplidos y esta pinta, así que ya todo va cuadrando:

En hora de Aventuras todo vale, es un no parar de imaginación, guiños constantes a los 90, tramas surrealistas y absurdas completamente inesperadas. Además tienen canciones como estas:


Pues lo dicho, Hora de Aventuras es la mejor serie de animación que podemos ver ahora mismo en la tele. Así lo creo.