5.21.2012

Jugar en la calle y pasarlo teta

Creo firmemente que las calles de esta ciudad deben estar hechas para vivir en ellas. Aunque asomada desde mi única ventana exterior piense en lo a gusto que estaría en medio del campo o en una playa, cuanto más salvaje mejor, lo cierto es que adoro la ciudad, adoro Madrid, y es aquí donde quiero vivir. Y desde luego no es por su alcaldesa de pegote, no es por lo caro que resulta vivir aquí, no es por sus elevados índices de contaminación ni por lo indefenso que uno se siente ante todos los abusos a los que ya parece que nos estamos acostumbrando, no no no. Adoro Madrid por su luz, por su gente, por su historia, por su pulso, por su frenética actividad, por su ir y venir, por su carácter, por su rabia, por su zarapastroso estilo... Y mi humilde acto de reafirmación a este amor, es darle vida a la calle, lo máximo posible; la calle no es simplemente un espacio que sirva para unir un lugar a otro, es un espacio en el que estar. Juguemos en las aceras, saquemos las sillas y pasemos el rato, disfrutemos.


 Video: Ávaro del Rey
Malasaña es muy guay, y la calle Velarde es más guay aún. Pese a ese rollo moderno y hipster que quieren vender, lo cierto es que esta calle es como un pueblo, con vecinas hablando desde los balcones, gentes conocidas que te saludan y hacen cucamonas a tus retoños mientras exclaman lo grandes que están ya, vecinas que dan madalenas y tinto de verano si te ven mustia, mi hija llama a gritos a su amiga para que baje a jugar, este te confiesa un secreto, aquella te dice lo harta que está de su suegra, de repente te traen un regalo... a mi me resulta muy fácil ser feliz aquí.
Pues eso, sólo quería que lo supiérais.

1 comentario:

  1. Así es como es, y como debería seguir siendo mucho tiempo.

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