4.17.2012

Niños prodigio: Nika Turbina

Aunque muchas veces fantaseo -creo que esto nos debe pasar a todos los padres y madres- con la idea de que alguna de mis hijas sea superdotada, en realidad, es algo que no me gustaría nada. Bastante difícil es lidiar ya con la vida, como para hacerlo poseyendo una mente y/o sensibilidad superdotada.


He de reconocer que me fascinan esos niños que pueden contar su edad con los dedos de las manos y hacen cosas que casi ningún adulto seremos capaces de hacer por mucho que estudiemos o trabajemos en ello. Alucino viendo a todas esas  niñitas que cantan y bailan en videos de youtube, esos minideportistas que hablan del fracaso y del triunfo como una realidad terriblemente cercana, esos actorcitos que se visten de Dior para pasear por las alfombras rojas... pero no me quiero imaginar lo sumamente centrados y seguros de si mismos que tienen que estar, para poder sobrellevar toda esa atención y esa presión, tan poco recomendables para niños de esa edad.

Desafortunadamente, el número de niños prodigio que viven demasiado rápido es muy alto, y son muchos los que, poseyendo una mente privilegiadísima son incapaces de soportar el mundo brutal en el que vivimos. Tal fue el caso de Nika Turbina, un nombre, que aunque alucinante en si mismo, a muy  pocos nos sonará hoy. Nika Turbina nació en 1974 en Rusia y fue una reconocida poetisa capaz de dejar al guapísimo y trágico Rimbaud como un auténtico viejales.

Según la leyenda familiar, con 8 meses Nika balbuceaba palabras en ruso e inglés. Esto puede no ser muy creíble; las familias tienden a exagerar en estos temas. Yo tengo más de una amiga de la que su familia afirma que con un año hablaban fluidamente, y pese a que todas ellas son muy inteligentes, superdotadas, afortunadamente, no son. Pero de Nika me lo creo. Lo más fascinante de todo, es que después de estos primeros pinitos en el bilingüismo nato, la niña decidió callar, y se tiró un año y medio de enigmático silencio. Por fin, con dos años retomó la comunicación verbal, pero esta vez con una fluidez en ruso que dejó a todos boquiabiertos. Lo más extraño de todo era que no le gustaba mucho hablar, asi que todo lo decía cantando.

Con tres años, pasó del canto a recitar metáforas e imágener poéticas y con cuatro escribió su primer poema. Con seis ya era conocida en todo Moscú. Con 8 años escribe su poema más famoso, en el que afirmaba que "deseaba convertir el sabor amargo de los días en palabras". Y por fin, con sólo diez primaveras, publica su primer libro "Primer borrador" que acopaña de un LP en el que recita sus poemas y del que se vendieron la friolera de 30.000 ejemplares. Nika ya era toda una celebridad en su país.

Rusia es un país que además de frío es tremendamente poético. Poséen una cultura literaria riquísima y en los años 80, los recitales poéticos estaban a la orden del día, siendo los poetas personas encumbrables capaces de llenar estadios de fútbol con sus versos y sus imágenes. De esta manera, la pequeña Nika tenía que ponerse frente a miles de personas y recitaba las desgarradoras palabras que surgian de aquel pequeño y doloroso cuerpecito. Por lo visto, temblaba y lo pasaba sumamente mal, agarraba la mano de su madre y muchas veces estuvo a punto de perder el conocimiento.

Lo más alto de su carrera llegó con el reconocimiento en forma de León de Oro del festival de poesía de Venecia, tenía 11 años. A partir de ahí, todo fue caída.
Nika sufría, y sufría mucho.  Según su abuela la niña tuvo insomnio desde los 4 años hasta los 12. En esos años, su familia apenas la recuerda viendo dormir. Tenía asma y le daba miedo quedarse dormida, por si acaso se ahogaba. En esos momentos, decía que los poemas llegaban hasta ella y le daban consuelo y alivio, aunque otras veces, se convertían en pesadillas, y la atacaban con el fin, según la propia niña, de conseguir ahogarla. Sorprendentemente, al cumplir 13, e ir dejando de escribir, volvió a conciliar el sueño.
La vida de Nika, a partir de entonces, se sucede como una buena tragedia rusa. Cuando cualquier otro niño comienza a vivir, a Nika se le fue apagando la estrella.

Con 16 años (después de haber publicado dos libros y haberse ido de gira por EEUU) se fue a vivir a Suiza, y se lió con un profesor y director de un manicomio 60 años mayor que ella, se enganchó a la bebida, volvió a Moscú e ingresa en el Instituto de Cine y Cultura,  y pese a empezar con buen pie, -se centra, vuelve a escribir, va a clase-  al final no se presentó a los exámenes; en lugar de eso, se fue a Yalta con su novio. Vuelve, pero nada le sale bien, va de un trabajo a otro, bebe, se va aislando de los demás, no escribe y cae en el olvido. La olvidan, y no sabe como llevarlo. La idea del suicidio ronda su mente y en una ocasión, medio en broma, medio en serio, se acaba tirando por una ventana. Aquello le causa problemas medulares y le hace pensar a sus padres en la necesidad de poner a Nika bajo tratamiento psicológico. Como no tienen mucho dinero, optan por la via "salgo al paso" y en lugar de llevarla a un buen médico, le ponen un tratamiento poco efectivo, con el que Nika Turbina sigue tirando. Pero la vida de la todavía jóven sigue su rumbo en picado, con su alcohol, su incapacidad para relacionarse con la gente y su sensación de abandono.

Cierto día de 2002, Nika queda con unos amigos en una casa, mientras estos bajan a comprar bebida y comida, ella se sienta en la ventana con las piernas colgando y vuelve a dejarse caer. Esta vez sería la última. Muere en el acto. Como suele pasar, a partir de entonces vuelve la celebridad perdida, se publica su obra póstuma con un montón de poemas que escribía en la intimidad y que nadie conocía, bajo el título "Para no olvidar".

Siendo niña, un periodista le preguntó una vez que por qué sufría a lo que la pequeña Nika contestó "sufro porque vivo".

A MAMÁ (escrito con 7 años)

Me falta
tu ternura,
Como el aire
para un ave moribunda.
 Me falta
el trepidar angustiado
de los labios tuyos
Cuando me siento sola,
me falta la sonrisa
de tus ojos.
Mirándome,
tus ojos lloran.
¿Por qué en este mundo
el dolor es tan negro?
¿Será porque estás sola?

Más info y poemas aquí

4 comentarios:

  1. Que artículo mas chulo...yo odio a los papis y mamis que alardean de lo superdotado que es su retoño, demostrando abiertamente lo idiotas* que son ellos...Hay que dejar a los niños ser ellos mismos de una vez.

    ResponderEliminar
  2. la traducción viene de aquí no?

    http://www.jotdown.es/2012/04/nika-turbina-historia-de-un-destello/

    más que nada por reconocer a la traductora...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si, es el artículo que se enlaza al final, mucho más completo y mejor escrito que este ;-).

      Eliminar