Si hay un objeto que me resultó útil y maravilloso durante mi último trimestre de embarazo y en los primeros meses de vida de Manuela, ese fue el "cojín de lactancia". Lo descubrí en Berlín (donde si no) donde, hay uno a disposición de cualquier embarazada hasta en las consultas públicas ginecológicas. Para mi sorpresa en España apenas es conocido. Me costó mucho encontrar uno, y ni siquiera el que compré me parecía tan bonito y gustoso, pero bueno, era mi cojín, y funcionaba como tal. Conscientes de esta carencia en un objeto tan útil y práctico hemos decidido traerlo a ¡Glück!. El cojín sirve en el último trimestre de embarazo, y se convierte en fundamental para dar el pecho sin poner en peligro la ya maltrecha espalda. Además, ponemos a disposición una segunda funda, mediante la cual podemos convertir el cojín en puf, para cuando el bebé sea más mayor y lo pueda tener como mobiliario para su habitación.
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